Comencemos entendiendo que la  ORTODONCIA implica el control del movimiento de los dientes para alinearlos y colocarlos en la posición correcta, mientras que la ORTOPEDIA DENTOFACIAL (ortopedia maxilar) está relacionada con la orientación del crecimiento y el desarrollo de los maxilares superior e inferior, los cuales suceden principalmente durante la niñez y la adolescencia. Para el tratamiento de ortodoncia se utilizan aparatos que permiten el movimiento dental (generalmente brackets, arcos y otros aditamentos) y para el tratamiento de ortopedia maxilar se utilizan aparatos especialmente diseñados para guiar el crecimiento facial según las anomalías que presente el niño.

Las Asociaciones Americana y Europea de Ortodoncia recomiendan hacer la primera visita al ortodoncista y ortopedista maxilar antes de los 7 años de edad para que a través de un examen detallado se realice una detección precoz  de malformaciones esqueléticas y dentarias que puedan interferir en el crecimiento normal del niño.

Si no se tratan las alteraciones del crecimiento y desarrollo de sus maxilares, aparecerán problemas esqueléticos como: asimetrías faciales, malposición dental que pueden derivar en posibles dolores musculares y articulares que requieren tratamientos complejos, largos y costosos como cirugía ortognática, extracciones dentales, prótesis dentales, entre otros. Por lo tanto, la evaluación temprana ofrece la posibilidad de detectar a tiempo los problemas y lograr un tratamiento más eficaz.

¿Por qué se considera que antes de los 7 años es ideal para la detección de problemas?

Es justo entre los 6 y los 7 años cuando erupcionan los primeros molares permanentes y se forma la estructura básica de la mordida. Durante este período, el ortodoncista y ortopedista maxilar puede evaluar la posición antero-posterior (relación de adelante-atrás) y transversal (relación de la anchura) de los dientes y maxilares. Por ejemplo, la manera de erupcionar (salir) de los incisivos puede indicar una sobremordida aumentada (mordida profunda), una mordida abierta, una mordida cruzada, apiñamiento o sonrisa gingival (mostrar mucha encía). La detección temprana de estos problemas nos permite planificar un tratamiento más eficaz para obtener una correcta función masticatoria y una bonita sonrisa.