Hace treinta años, hablar de prioridades en la salud de las personas, era combatir las enfermedades infecciosas (Neumonías, tuberculosis, enfermedades diarreicas), que a razón de los avances tecnológicos e implementar políticas de salud coherentes a la realidad, disminuyó el problema. Así pasamos, de tratar enfermedades infecciosas agudas, a tratar enfermedades crónicas, tales como problemas isquémicos cerebrales, problemas cardiacos, cáncer, diabetes, etc. Pero hoy en día vemos que esta tendencia otra vez cambia y nos deja con un incremento de las afecciones neuropsiquiatricas, problemas de salud con bases no solo físicas, sino también ligadas a nuestra mente y nuestras emociones.

Esto nos hace plantear la siguiente pregunta ¿Qué está pasando con la salud mental y emocional en el Perú?

La depresión y el estrés afectan nuestra salud mental y emocional, causando un sinnúmero de consecuencias, como la falta de productividad laboral y educativa, aumento de la ansiedad, dolores musculares y articulares, baja autoestima, y otros problemas graves que van desde la pérdida del sueño y el apetito, hasta daños neuronales y aun la muerte.

Tener una salud mental y emocional óptima es un derecho y una necesidad hoy en día, significa que se puede comprender, controlar y superar este tipo de problemas. Una persona con buena salud mental es consciente de sus emociones, sus pensamientos y conductas de tal manera que puede hacerle frente al estrés y a otro tipo de problemas que son habituales a lo largo de la vida. Parte de una buena salud emocional y mental es poseer relaciones saludables con las personas que los rodean.

Por eso es importante velar por nuestra salud mental y emocional, ya que de ello depende que las distintas situaciones estresantes de la vida como: la pérdida de un trabajo, el sufrir una enfermedad física, la muerte de un familiar, un divorcio o disfunción familiar; puedan ser solucionadas y convertirse en una experiencia que genere un aprendizaje positivo para nosotros, o de lo contrario pueda generar desencadenar un problema de salud.

Hay algunos consejos prácticos que te servirán para mejorar tu salud emocional y mental. Por ejemplo:

  • Dormir lo suficiente, entre siete a ocho horas de sueño.
  • Tener una correcta nutrición. Te dará más energías y mejorará tu estado de ánimo.
  • Realizar ejercicio. Es una buena forma de liberar tensiones y ansiedad.
  • Caminar por lo menos 15 minutos al día. Despeja tu mente de las cosas negativas.
  • Limita los estimulantes como el café o las bebidas energéticas. A largo plazo tienen consecuencias negativas para tu organismo. También el alcohol o el tabaco.
  • Adicionalmente, es importante conversar con la gente que te rodea y lograr un estado de paz, mantener el equilibrio entre tus responsabilidades diarias y las cosas que te gustan, y prestarle atención a tus sentimientos y problemas sin dejar que se acumulen. Si no puedes con ellos, debes acudir a un profesional de la salud.

Dr. Jonnatan Maza Sánchez

Especialista en Medicina de Familia.

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